domingo, julio 18, 2010

¿Vamos a seguir bancando esto? Plebiscito YA!

El Estado nacional le paga el sueldo a 122 arzobispos y obispos, 1.600 seminaristas y 640 sacerdotes. El sueldo de un arzobispo es de 8.200 pesos. De todos estos, nadie paga impuestos, ni cargas sociales, ni aportan a ganancias ni a jubilación. Ergo, cada uno de nosotros les paga el sueldo –con sus impuestos- a Bergoglio, Aguer, Cassaretto, etc.

Pero el chiste no termina ahí, se estima – aunque es un número que nadie tiene muy claro- que el culto católico recibe algo así como 2.000 millones de pesos anuales destinados destinados a colegios religiosos. Ummm…

Estas cifras las tiras el diario Miradas al Sur de hoy. Pero supongamos que el Diario Miradas al Sur sea un mero y burdo diario anticlerical, que la cifra sea al extremo exagerada, etc. etc. etc. Pues bien, eso no importa, yo no quiero que ni un peso, ni un centavo del Estado nacional vaya para ningún culto. Ninguno. Católico, protestante, judío musulmán o lo que sea. Nada.

No quiero que mi dinero vaya, en este caso-a la iglesia católica, ya he expresado mi rechazo (vean en este blog “Apóstata soy: me voy de la iglesia católica), ni para sustentar ningún otro articulado conservador, retrógrado y fascista. Yo, por ejemplo, que la jerarquía de la iglesia católica le presentó al gobierno nacional una solicitud de amnistía firmada por los ex dictadores Jorge Videla y Benito Bignone y el sacerdote Christian von Wernich. Vale recordar, que este último sigue dando misa… sigue dando misa, repito, von Wernich condenado por crímenes de lesa humanidad… Al sacerdote Alessio le prohibieron dar misa por decir que estaba a favor del matrimonio igualitario.

En el mes de junio de este año Jorge Bergoglio presentó “un manifiesto opositor elaborado por Roberto Dromi, José Jaunarena y otros ministros de Menem, De la Rúa y Duhalde. Denominado “Consenso para el Desarrollo”, reclama autarquía para el Banco Central, eliminar las retenciones a la soja, minimizar las políticas sociales, fundir Seguridad con Defensa y reprimir el conflicto social, es decir los consensos básicos de la democracia recuperada en 1983 sobre el rol castrense y algunas políticas centrales del actual gobierno”. (Verbitsky, Página 12, 18 de julio de 2010).

Esta iglesia católica también se opone a la despenalización del aborto –que causa la muerte de miles de mujeres-, se opone a la educación sexual en las escuelas, cubre a los curas pedófilos… Me pregunto: ¿hasta cuándo vamos a seguir sosteniendo esta institución? ¡Basta!

Plebiscito: deroguemos ya el artículo 2 de la Constitución Nacional. Ni un peso del Estado nacional a la iglesia católica, ni a ninguna otra.

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