lunes, mayo 31, 2010

Prensa amarilla

Ernesto Laclau: Me mandaron un mail de parte de Fontevecchia diciendo que quería hacerme una entrevista.

Güera: Y qué le respondiste?

Ernesto Laclau: Que yo no le doy entrevistas a la prensa amarilla.

domingo, mayo 30, 2010

Por la terminación del POLO EDUCATIVO SAAVEDRA‏

Se hace Patria Haciendo Escuelas Públicas

Macri : 2 años y medio de abandono del Polo Educativo Saavedra



Conferencia de prensa, movilización y pedido de amparo judicial por la terminación de las Escuelas del Polo Educativo Saavedra.

Por mayor presupuesto Educativo en defensa de la Escuela Pública y Gratuita.

Los esperamos el 4 de junio – 9, 30 hs. Diagonal Norte 636

Convocan:

Comunidad Educativa de las Escuelas del Polo Educativo

Unión de Trabajadores de la Educación ( UTE – Ctera )

Colectivo Cultural Entreletras (Agrupe comuna12) – Observatorio de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires

Adhesiones: poloeducativo@hotmail.com

sábado, mayo 29, 2010

Fotos del Bicentenario





Justicia para todos!

Hoy siento que, por una vez, somos todos iguales ante la ley. La jueza Sandra Arroyo Salgado ordenó el allanamiento de los domicilios de Marcela y Felipe Noble Herrera y obtuvieron muestras de ADN.

Felicitaciones a la valiente jueza que tiene convicciones y no se deja amedrentar por los poderes fácticos. Esto sí es institucionalidad, esto sí es calidad democrática! Qué curioso, sólo en un este gobierno se logra semejante actuación judicial!

P.D.: Ricardo Alfónsín aún piensa ir en alianza con Carrió luego que saliera a denunciar una "vejación" por tal procedimiento? En dónde te quedó tu supuesto progresismo Ricardito?

Frase peronauta:

"Probablemente, si el macrismo hubiera tenido a su cargo el escenario de la 9 de Julio, las frases de Moreno, San Martín, el Che, Jauretche o Perón que pasaban en esa cinta sinfín hubiesen sido reemplazadas por publicidad de barritas de cereal Fel-Fort".

Sandra Russo, hoy en Página 12.

viernes, mayo 28, 2010

La patria callejera

Por Oscar González*

En estos días, la Patria anduvo en la calle. No la Patria abstracta, ese vacío desprendido de la historia de los hombres y las mujeres que la construyen con sus sueños e ilusiones, fortalezas y debilidades. La Patria que habitó avenidas y plazas se corporizó en millones de seres presentes y en otros millones que acompañaron desde sus casas el fervor multitudinario y una alegría que algunos creían olvidados. Este no fue el fasto pretencioso y elitista del Centenario, sino la celebración plebeya de la ciudadanía.

Fue la fusión de los espíritus, la recuperación de los símbolos que alguna vez fueron arrebatados, la bandera, la escarapela, el himno, esos cantos que se usaron para imponer un orden represivo frente al desborde natural del reclamo popular, la reivindicación obrera o la demanda de justicia.

En estas jornadas, las imágenes y las palabras escribieron una crónica distinta de la que narran los que hicieron un país a la exacta medida de sus intereses. Una historia amasada con sufrimiento y coraje, de rebeliones de los pueblos originarios contra genocidas, de luchas por la emancipación, de reivindicaciones obreras , de madres y abuelas que no abandonan a sus desaparecidos y ausentes, de latinoamericanos contra la opresión imperial. Esa epopeya acaba de ingresar, por primera vez, a la Casa Rosada en los retratos de los patriotas latinoamericanos.

Concluido el centelleo de los festejos, vienen otros días de pugna por más igualdad y más justicia social. Ese desafío implica y exige amplitud de miras, comprensión y entereza. No sólo de los que gobiernan, sino de todos los que quieren que la celebración del Bicentenario se prolongue en un destino común. Ahora sabemos que este pueblo, invisibilizado por editorialistas interesados, opinólogos alquilados, gurúes de ocasión y predicadores de catástrofes, volvió a incurrir en su destino inexorable, el de emerger a la superficie para mover la rueda de la historia.

(*) Secretario de Relaciones Parlamentarias del gabinete nacional.

Publicado por la agencia de noticias Télam y el portal GENTEBA, el 27 de mayo de 2010

miércoles, mayo 26, 2010

Asignación Universal y prejuicios vigentes


Jorge Rivas, Diputado socialista.

“Es una medida positiva: en muy poco tiempo ha reducido drásticamente la brecha entre los que más y los que menos tienen, y ha sacado de la indigencia a un millón de niños.” Nunca está de más insistir en que el mayor de los dramas que enfrenta nuestra sociedad es la desigualdad, y que no se debe ahorrar ningún paso que pueda darse para remediarla.
En ese sentido, la Asignación Universal por Hijo es una medida positiva: en muy poco tiempo, y entre otros logros que se han hecho públicos recientemente, ha reducido drásticamente la brecha entre los que más y los que menos tienen, y ha sacado de la indigencia a un millón de niños.
Con eso solo bastaría para que los socialistas la apoyáramos sin restricciones, aunque acordemos con que se la debe considerar un punto de partida, no de llegada. Hace tiempo, antes del cataclismo que generaron las políticas de exclusión social que inauguró la última dictadura cívico-militar y que llegaron al fondo en los años noventa, tal vez habríamos renegado de la Asignación por asistencialista, y habríamos reclamado transformaciones estructurales. Y no es que no las reclamemos ahora. Es que la desolación de la pobreza que se abatió sobre las mayorías populares en nuestro país –un país que había sabido alcanzar niveles de integración social inusuales para la región– instala el problema en el terreno de la urgencia, de lo impostergable.
La asistencia del Estado a los más desprotegidos es simplemente indispensable (mientras se avanza por otros frentes, agregamos, hacia una sociedad igualitaria). No obstante, las disquisiciones, las dudas, aun los cuestionamientos en torno de las políticas de asistencia social expresan diferencias de opinión, naturalmente atendibles. Otra cosa son los prejuicios, nunca inocentes, que los privilegiados en la vida y reaccionarios en la política han solido difundir en nuestro país. Lugares comunes que repugnan al corazón y a la cabeza, como “los pobres son pobres porque son vagos”, “acá no trabaja el que no quiere”, “lo que pasa es que se les da demasiado y no lo merecen”, “mandan a los hijos a pedir para gastarse lo que traigan en vino”, o el histórico “les das una casa y levantan el parquet del piso para hacer un asado”, se ubican en el subsuelo de la dignidad y de la inteligencia. En esa línea se puede inscribir la desdichada declaración del senador radical mendocino Ernesto Sanz acerca de que el dinero de la Asignación se va, en el conurbano bonaerense, “por la canaleta de la droga y del juego”.
Después de la explicitación de su prejuicio, ofensivo para quienes cobran la Asignación, pero de verdad descalificador para él mismo, Sanz añadió una afirmación que aporta cierta luz acerca de cuál sería su programa económico. El gobierno, dijo, cree que la distribución de la riqueza pasa por distribuir plata con planes sociales, pero en realidad hay que apostar por los sectores que generan la riqueza. Por lo visto, el senador no cree que sean los trabajadores quienes lo hacen. Y postula la misma doctrina que empujó a la Argentina hasta el colapso de 2001: que los capitalistas hagan fortunas, que luego ella se derramará sobre el resto.
Ya hemos comprobado en carne propia, sin embargo, que si se lo deja solo, al capital no se le cae ni una gota. Curiosamente, al tiempo que decía esas cosas, Sanz andaba proclamando la necesidad de armar una coalición progresista que pudiera gobernar el país. Y dolorosamente para nosotros, una de las patas de esa alianza es el presidente de la conducción nacional de nuestro partido, el Socialista.
Si el senador Rubén Giustiniani se sale con la suya, entonces, el Partido Socialista integrará una fuerza política con el dirigente que cree que no hay que atender al derecho de los trabajadores empobrecidos mediante la Asignación Universal por Hijo, porque ellos se gastan la plata en drogas y en juego. Y que más bien hay que concentrarse en favorecer las ganancias del capital.
La mayor parte de los socialistas del país pensamos lo contrario, y nos proponemos volver a colocar a nuestro partido en las filas de quienes luchan por los derechos del pueblo trabajador. Creemos que tenemos que cerrar filas con todas las fuerzas, provenientes de la tradición nacional y popular o de la izquierda democrática, que están empeñadas en profundizar los cambios que se han producido en los últimos años y en impulsar todos los que faltan. (Domingo 23 de mayo - Tiempo Argentino).

¡Qué alegría! La historia dicha desde el campo popular


¡Vivimos una fiesta de Bicentenario inolvidable! Todo estuvo magnífico. Fue emocionante, inolvidable, una verdadera fiesta popular. Y aquí yace la importancia histórica de lo que hemos vivido en estos días: en este Bicentenario los que contamos la historia somos nosotros, los del campo popular.

Por eso tuvo el contenido que tuvo el festejo. No es casual las escenas que se eligieron de nuestra historia en el desfile de ayer: el éxodo jujeño, el cruce de los Andes, la vuelta de Obligado, la irrupción popular en la política, el peronismo, los nefastos golpes, las Madres, Malvinas, el terrible neoliberalismo y la esperanza en un porvenir distinto que ya hoy estamos transitando. No es casual las frases que se proyectaron en las pantallas hayan sido del Che, Moreno, San Martín, Yrigoyen, Jauretche, etc. No es casual la presencia de los presidentes latinoamericanos y la inauguración de los bustos de los patriotas latinoamericanos en la Casa Rosada: Martí, el Che, Lázaro Cárdenas, Evita, Omar Torrijos, monseñor Oscar Arnulfo Romero, entre otros.

Y también fue magnífica la apuesta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de estar en la calle, salir y atravesar la Plaza de Mayo, caminar por Diagonal Norte, estar en el palco ahí nomás de la gente. Y también, el acompañamiento de sus pares de la región.

Me pregunto en todo esto: ¿a dónde está el clima de crispación? ¿A dónde? Si lo que hubo es tanta gente, muchísima junta en la calle festejando con alegría y con los presidentes, ahí, a la mano.

Me parece que la crispación está en el Grupo Clarín, en el Te Deum de Bergoglio, en la falta de respeto de Macri, etc. Ahí, ahí está el odio, de los que siempre han odiado la alegría popular.

P.D.: Ummm, cómo estarán los mitristas defensores de la historiografía liberal...

martes, mayo 25, 2010

Sólo te cabe la palabra grasa, Mauricio

La inauguración del Teatro Colón ha sido una verdadera grasada. La “gente de bien”, “como uno”, esa misma que habla tan afectada como Mauricio, que excluye, prohíbe pronunciar, palabras tales como “roja”, “hermosa”, “piesa”, “falleció”, etc. es indudablemente grasa. La peor grasada de la Argentina. ¡Nacos, dirían en México!

¿Por qué es grasa? Porque su glamur de pacotilla los lleva a tener una alfombra “colorada” (no digas “roja”, eso es grasa) para que pasen personajes tales como Mirta Legrand, Ricardo Fort, Valeria Mazza, el ‘Negro’ González Oro, Susana Giménez, etc. ¡Qué maravilla Macri! (¿Maravilla también será una palabra grasa?) ¡Cuántos intelectuales juntos! ¡Cuántos pensadores de la Argentina! ¡Cuánta cultura! ¡Qué orgullo! ¡Bien Macri, esta noche cuánta gente de bien reuniste de la Argentina para celebrar a la cultura de nuestro pueblo!

¿Sabés qué Macri? Aún cuando seas multi-millonario, hables afectado y no pronunciés las palabras prohibidas para “la gente como uno” (algunas como las que mencionamos en el primer párrafo), sos un grasa. Y vos Lombardi, Ministro de Cultura de Macri, aunque seas un millonario dueño de los Manantiales de Mar del Plata y hables afectado y no pronunciés las palabras prohibidas para “la gente como uno”, sos también un grasa, lo mismo que las Gabriela Michetti, los Rodríguez Larreta, etc. Son todos unos grasas.

Me quedo con los otros “grasas”, los del pueblo, esos que avivaban a la “Sole”. Esos mismos que son la cultura viva de nuestro pueblo.

lunes, mayo 24, 2010

¿Protagonistas de qué?

“Lo que fuimos volvemos a poder ser. Desde el Colón tenemos que inspirarnos para que la Argentina vuelva a ser protagonista”, dijo hoy nuestro Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires al inaugurar el Teatro Colón. Entonces me pregunto: ¿protagonistas de qué?

Porque si se trata de ser protagonistas a mí no me interesa ser protagonista de cualquier cosa. Por ejemplo, aquel protagonismo que algunos añoran de la Argentina “potencia” liberal del Centenario, supuesta “protagonista del mundo”. ¡Qué protagonismo! Signado por el festejo del Centenario con estado de sitio, persecución a sindicalistas, anarquistas y socialistas, con una ley de extranjería que deportaba inmigrantes, con una oligarquía llena de riqueza y la mayoría del pueblo en penas –el modelo agroexportador que ahora algunos quieren recuperar-, sin derechos políticos porque no teníamos entonces la ley Saenz Peña y ni hablar de derechos sociales, ni culturales, etc. ¿De ese protagonismo hablará Macri?

O quizás hable del protagonismo de la Argentina de los noventa, la neoliberal, en donde la Argentina era paseada por todo el mundo como la alumna ejemplar que había llevado adelante a rajatabla las recetas de la ortodoxia neoliberal. Quizás sea ese protagonismo con índices inigualados en la historia de nuestro país de desocupación, miseria, retroceso de derechos sociales y endeudamento. Me pregunto otra vez: ¿será de ese protagonismo del que habla Macri?

Ummm, capaz que habla de un protagonismo más chiquito, el de la ciudad de Buenos Aires, con la UCEP, el desguace del Polo Educativo, con el alquiler para fiestas privadas del Teatro San Martín, con el conflicto docente, la designación del Fino Palacios, de Posse, las escuchas que tanto lo tienen a maltraer, la alfombra roja (¡oh! perdón como dice la gente “como uno” colorada) para que entre al Colón Ricardo Fort, etc. etc. etc. ¿Será este el protagonismo?

domingo, mayo 23, 2010

¡Qué buena fiesta del Bicentenario!


¡Anoche la Av. 9 de Julio fue una fiesta! Me sorprendió la masividad de la convocatoria, la buena onda reinante, el despliegue de actividades y recursos. Todo un éxito. ¡Felicidades compatriotas que buen festejo!

P.D. 1: Me imagino a más de uno lamentando no tener que informar que la fiesta es un desastre, que hubo escasa concurrencia, que hubo desmanes, etc.

P.D.: Acabo de leer en el Infobae que se suspendio el “tractorazo” del Bicentenario en Gualeguaychú por cuestiones climáticas. ¡Quién hubiera dicho que los bravos ruralistas le temen a la llovizna! ¿O será por otra cosa?

viernes, mayo 21, 2010

Declaración del Bicentenario, Espacio Carta Abierta

DECLARACION DEL BICENTENARIO

SABADO 22 DE MAYO – 11 HS.

EXPLANADA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL

AGÜERO Y AV. LAS HERAS


El Espacio Carta Abierta junto a organizaciones y dirigentes sociales, políticos y gremiales invitan a la prensa a la lectura pública de la Declaración del Bicentenario que se realizará este sábado, con motivo de la celebración de los 200 años de la Revolución de Mayo de 1810.

martes, mayo 18, 2010

La neurosis atonta y el gorilismo también

Una amiga, quien es una excelente psicoanalista, siempre ha sostenido que “la neurosis te atonta”. Vaya, quiere decir que aquellos que están muy neuróticos se vuelven tontos. Yo creo que podemos extrapolar la idea a la política y decir lo siguiente: “el gorilismo atonta”. En efecto, aquellos que son muy gorilas se vuelven tontos.

Esta idea me vino a la mente después de ver a Fernando Iglesias discutiendo con Ariel Basteiro en el programa de Mariano Grondona. Me dio risa cuando Fernando Iglesias se ofendió porque Basteiro le dijo gorila, pensé ¡qué tonto que es! Es tan tonto que no se da cuenta que “gorila” no es un insulto, es simplemente, el calificativo de aquellos que desprecian el peronismo de manera irracional. Ejemplos en estas pampas abundan.

Ahora me pregunto: ¿cuál podría ser el equivalente al análisis? Porque el neurótico tiene una salida: va a un buen psicoanalista y la vida se te alivia. En cambio, ¿qué hacemos con los gorilas? La primera respuesta que me viene a la mente es que hay que militar para que con su tontera no hegemonicen el espacio discursivo. Bastante bien les fue durante el 2008, por suerte, parece que la tendencia se está revirtiendo.

En fin podríamos decir que la peor combinatoria que podemos tener es un neurótico gorila.

lunes, mayo 17, 2010

Vamos a una polarización institucional

Laclau sostiene que el proceso político en Argentina tiende hacia “un sistema relativamente estable” dividido en dos ejes, centroizquierda y centroderecha. Critica “la parlamentarización del poder” y aboga por presidentes fuertes como motor del cambio en Latinoamérica/ Por Javier Lorca

Aunque hace más de tres décadas vive en Inglaterra, cada mañana Ernesto Laclau cumple con el rito de leer los principales diarios argentinos para seguir de cerca la política nacional. “La Argentina está evolucionando hacia una polarización dentro de un sistema institucional”, dice en esta entrevista, pero aclara que no cree que, por lo menos por ahora, las identidades mayoritarias se ordenen alrededor de la dicotomía kirchnerismo/antikirchnerismo. Con una mirada macro sobre la situación latinoamericana, y con afán polémico, aboga por “presidencialismos fuertes” para enfrentar los avances conservadores a través de “la parlamentarización del poder”.

–¿Las identidades políticas hegemónicas hoy en Argentina están configuradas en torno del eje kirchnerismo-antikirchnerismo? ¿Por qué?

–No creo que las identidades hayan llegado a constituirse en torno de ese eje, porque el kirchnerismo todavía no ha logrado crear una frontera interna en la sociedad argentina que divida al campo popular del otro campo. El peronismo clásico dividía a la sociedad en esos términos, el chavismo en Venezuela y Evo en Bolivia dividen a la gente en esos términos. El kirchnerismo no ha llegado al punto de cristalización de una identidad popular que divida a la sociedad de esa manera, aunque hay indicios de que el proceso está avanzando en ese sentido. Pero es un proceso que no está cerrado.

–¿Por qué se están produciendo esos indicios?

–¿En qué sentido?

–Por ejemplo, algunos discursos relacionan ese proceso con una voluntad belicosa del kirchnerismo, otros...

–Esa idea de una voluntad belicosa del kirchnerismo se liga a la idea de que hay un autoritarismo kirchnerista. Es un discurso frecuentemente presentado por la derecha, la idea de que hay una tendencia autoritaria en los regímenes populistas latinoamericanos. Mi respuesta es que, si hay un peligro de deriva autoritaria en los regímenes políticos latinoamericanos, esa deriva no está dada por el populismo sino por el neoliberalismo. Un régimen autoritario fue el de Pinochet en Chile, que fue la forma para que el programa de ajuste de los Chicago Boys fuera implementado. Un régimen autoritario fue el de Videla, la condición necesaria para aplicar el plan de Martínez de Hoz. Ahí es donde hay que buscar el peligro del autoritarismo, y no en los populismos, que han sido regímenes que han intentado incorporar a las masas y no han afectado las bases del sistema institucional.

–¿Hacia dónde cree entonces que va el proceso político nacional?

–El espectro político tiende a la polarización, pero la polarización no ha encontrado su límite ni su forma definitiva. La Argentina está evolucionando hacia una polarización dentro de un sistema institucional. Puede parecer un poco optimista, pero creo que es así. De a poco se está llegando a una situación de un país vivible, con un sistema político relativamente estable, en el que va a haber un centroizquierda y un centroderecha. De un lado y de otro va a haber también unos loquitos marginales. Por centroderecha estoy pensando que podría crearse un espectro opositor viable electoralmente, un tándem entre –menciono nombres tentativos, sólo como ejemplo– Ricardo Alfonsín y Hermes Binner. Me dirán que Binner no es de derecha; claro que su ideología no es de derecha, pero muchas veces una fuerza política puede jugar un papel estabilizador dentro del statu quo aunque su ideología no corresponda exactamente. Por ejemplo, el Partido Comunista era parte de la Unión Democrática de 1946. En la Argentina actual pienso que la derecha galopante no va a poder presentar una fórmula política viable, entonces puede mover su apoyo hacia una formación de centroderecha. Más a la derecha, puede haber figuras como Lilita Carrió o gente así, que va a representar un papel marginal, sin significación.

–¿Y del otro lado?

–En el centroizquierda, la única opción viable es el kirchnerismo. Con una transversalidad real y creíble –no como la que llevó a Cobos–, el kirchnerismo puede ser un factor aglutinante. Como con Carrió a la derecha, también habrá fórmulas de izquierda aberrantes. Mucho me temo que mi viejo amigo Pino Solanas está representando ese papel. Ahora, si llegáramos a un sistema político con una fuerza de centroizquierda y una fuerza de centroderecha, que configuraran el espacio del poder, la Argentina podría tener un sistema institucional bastante estable. Siempre los sistemas políticos oscilan entre las fuerzas institucionalistas, que tienden a mantener las relaciones de poder, y las fuerzas del cambio. Si el centroderecha gana las próximas elecciones, en ese caso las fuerzas del statu quo habrán predominado sobre las fuerzas del cambio, que han sido representadas por el kirchnerismo.

–¿Por qué sostiene que los presidencialismos fuertes son condición necesaria para el cambio en América latina y, por otro lado, que la parlamentarización de lo político es una modalidad de intervención conservadora?

–El antipersonalismo ha sido una línea de apelación a la derecha. Fue la línea que se opuso a Yrigoyen y a Perón. Hay una tradición por la cual el antipersonalismo y el antipopulismo son las formas a través de las cuales la derecha se va consolidando. El problema fundamental es que, cuando se da una ruptura, se precisa una cristalización simbólica, ideológica, que no está dada por las meras fuerzas que participan. Si pensamos en la crisis de la IV República en Francia, ahí había un sistema parlamentario donde las elites habían llevado el país al borde del caos y se necesitó la cristalización simbólica alrededor de la figura de De Gaulle para fundar la V República y un sistema viable de poder; ahí el momento del personalismo jugó un papel decisivo en la solución de la crisis. En América latina creo que vamos a tener regímenes presidencialistas fuertes como una posibilidad de cambio, porque cualquier régimen que sea una democracia diluida en una pluralidad de fracciones es incapaz de, como dirían los ingleses, delivering the goods (N.de la R.: entregar la mercadería, cumplir los compromisos). Todo régimen político democrático está en un punto intermedio entre el institucionalismo puro, que sería la parlamentarización del poder, y el populismo puro, que sería la concentración del poder en manos de un líder. Siempre ese espacio intermedio va a tener que jugar en las dos puntas. Pero en América latina, más que en Europa, el momento presidencialista, el momento populista, va a ser más fuerte que el otro.

–¿Cómo concilia esta apuesta al presidencialismo con los ideales pluralistas de la democracia, que parecen mejor representados por la diversidad de voces que admite el Congreso?

–El pluralismo se puede dar a nivel de las bases democráticas de un sistema, pero ese pluralismo no necesariamente coincide con el pluralismo del parlamentarismo, porque un poder parlamentario puede ser un parlamentarismo basado en formas clientelísticas de la elección de diputados o senadores. Esas formas clientelísticas pueden ser muy poco democráticas. Un ejemplo: si existe una demanda concreta de un grupo local sobre un tema como transporte y la municipalidad la niega, hay una demanda frustrada. Pero si la gente empieza a ver que hay otras demandas en otros sectores y que también son negadas, entonces empieza a crearse entre todas esas demandas una cierta unidad y empiezan a formar la base de una oposición al poder. En cierto momento es necesario cristalizar esa cadena de equivalencias entre demandas insatisfechas en un significante que las significa a ellas como totalidad: es el momento de la ruptura populista, cuando la relación líder-masa empieza a cristalizar. Pero hay todo un renglón intermedio que es el momento parlamentario. Ese momento muchas veces opera sobre bases clientelísticas y puede tratar de interrumpir la relación populista entre masa y líder. Cuando ocurre, entonces tenemos a un poder parlamentario, antipersonalista, que se opone a la movilización de bases. Por eso, no hay que pensar que la parlamentarización del poder significa una tendencia más democrática, puede significar lo opuesto: el ahogo de las demandas democráticas a través de los estratos intermedios que, de una forma corporativa, administran las instituciones.

–Un poder presidencial fuerte sería, desde esa perspectiva, un fenómeno coyuntural y necesario para producir un quiebre: ¿no sería luego difícil delimitar cuándo ese cambio ya se produjo y la apelación al líder se vuelve innecesaria?

–Es muy difícil decir cuánto debería durar, diría que por todo un período histórico. No necesariamente es antidemocrático. Nyerere lideró un régimen en el cual hubo amplia participación democrática (N. de la R.: en Tanzania). Pero la experiencia de Mugabe llegó a un efecto completamente diferente (N. de la R.: en Zimbabwe). ¿Hasta cuándo y cómo? No lo sé. Pero sí soy partidario hoy en América latina de la reelección presidencial indefinida. No de que un presidente sea reelegido de por vida, sino de que pueda presentarse. Por ejemplo, por el presente período histórico, sin Chávez el proceso de reforma en Venezuela sería impensable; si hoy se va, empezaría un período de restauración del viejo sistema a través del Parlamento y otras instituciones. Sin Evo Morales, el cambio en Bolivia es impensable. En Argentina no hemos llegado a una situación en la que Kirchner sea indispensable, pero si todo lo que significó el kirchnerismo como configuración política desaparece, muchas posibilidades de cambio van a desaparecer.

Por favor, que alguien me explique esto


Levanto del blog Catanpeist la foto que reproduzco. Acá está Claudia Rucci, la hija del histórico dirigente gremial y ex actriz de telenovelas, con un cartel del LGBT a favor del casamiento gay. Por favor, necesito que alguien me explique qué hizo que esta diputada, del peronismo federal, después en la Cámara de Diputados votara en contra.

Parece que se viene nomás, un gran paso en la verificación de la igualdad


Leo en el diario que el Senador Pichetto se reunió con representantes de la CHA y la LGBT. La buena nueva es que les manifestó que la intención del FPV es votar sin modificaciones lo que fuera aprobado en diputados en relación con el casamiento de personas del mismo sexo. Aunque el FPV da libertad de conciencia en cuanto al voto, cerca de 30 senadores del bloque están a favor. Esta es una gran noticia, parece ser que nos encaminamos a dar un paso enorme en la verificación de la igualdad. Sin el apoyo de la mayoría de los integrantes del bloque del FPV esto nunca hubiera sido posible. (Recordemos que el Peronismo Federal, el PRO y el radicalismo votaron mayoritariamente en contra en la Cámara de Diputados).

Consejo a los reaccionarios opositores: ¡a llorar al Tedeum de Bergoglio el 25 de mayo! ¡Oia! Bergoglio está preocupado porque su Tedeum se convierta en un acto opositor… Claro, pobrecito, él nada tiene que ver… Lo suyo nada tiene que ver con la política… Bergoglio hacéte cargo, sos responsable y estás crispado y atrás tuyo va la crispación.

Nosotros en cambio vamos con la CRIS PASIÓN. ¡Vamos por más igualdad!

sábado, mayo 15, 2010

Cambio de clima

Por Oscar González *

Desbaratada por la implacable realidad, la interpretación naif de que las elecciones del 28 J habrían significado un giro copernicano que habilitaba a la heteróclita oposición a una suerte de cogobierno capaz de minar la propia gobernabilidad, y fracasado el intento de frustrar la agenda de políticas públicas del gobierno mediante ardides y tretas legislativas y judiciales, la actividad parlamentaria parece ahora encarrilarse por la senda de una mayor racionalidad.
Así, pudo aprobarse finalmente en Diputados la ley que equipara el matrimonio entre personas del mismo sexo al de las parejas heterosexuales, la declaración de que los juicios por crímenes de lesa humanidad son ”política de Estado” y la reforma de la Ley de Contrato de Trabajo, que impide el afán recaudatorio de los bancos por la utilización de las cuenta sueldo y los topes a los retiros en cajeros automáticos. Del mismo modo, el Senado prestó finalmente su razonable acuerdo para que una brillante ex legisladora, Patricia Vaca Narvaja, nos represente ante el gobierno de México.
También hubo avances al aprobar la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja la integración argentina a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), ya con media sanción del Senado, proyecto que dio lugar para que algunos legisladores sin conciencia plena de la dimensión del tema, se opusieran a que el ex presidente Néstor Kirchner sea el primer secretario general de la entidad política regional, menoscabando infantilmente la inteligente concordia de los doce países que integran el organismo.
Dicha unanimidad, obtenida tras que con el nuevo gobierno uruguayo cesara la solitaria oposición de Tabaré Vázquez, implica un aval a la diplomacia argentina y a su papel, junto con Brasil y otros gobiernos de la región, en el difícil conflicto que atravesó la democracia boliviana, en el firme rechazo al golpe en Honduras, en la solidaridad con Ecuador frente a la violación de sus fronteras por tropas colombianas y, sobre todo, en la construcción de una integración latinoamericana que fortalece los procesos populares y democráticos en el subcontinente, asediados en algunos países por la feroz oposición de sus oligarquías locales.
La integración económica, la iniciativa de crear una entidad financiera regional y el tratado energético suramericano, entre otros temas, dan idea de la escala de los problemas y proyectos que debe encarar Unasur y su flamante coordinador, lo que parece escapar a la lectura de quienes pretendieron impedir su nombramiento, subordinando una política de Estado a la minucia de la pelea por el posicionamiento preelectoral.
Aunque un modesto optimismo pareciera surgir de algunos destellos dialoguistas que insinuan una recomposición positiva del intemperante clima que caracteriza a la acción opositora –el llamado al consenso del senador Cabanchik podría considerarse uno de aquéllos- aun parece que en ambas Cámaras el avance hacia un rol necesariamente crítico pero constructivo de ciertos bloques antagónicos al oficialismo es una materia todavía pendiente.
Es que quizás influya aún la atávica disposición a emitir gestos ríspidos y acusaciones más estentóreas que reales, como contribución a la prefabricada agenda de los medios de comunicación hegemónicos.
Entretanto, avanza, aunque dificultosamente, la conciencia de que la discordancia opositora no es incompatible con los planteos constructivos y que trabar innecesariamente la dinámica legislativa solo sirve para desalentar aún más la confianza cívica en el sistema de representación política.
Quizás entonces la mejor enseñanza que ha dejado en estos días el Congreso es que cuando los consensos nacen de convicciones nobles y debates fundados, la única derrota temible es la de no morigerar, al menos con normas pertinentes, la injusticia y la desigualdad social. Las tenaces iniciativas políticas del gobierno nacional son un aporte a aquellos logros al tiempo que una correlativa actitud de las diversas minorías parlamentarias enriquecerían ese proceso.

*Dirigente socialista. Secretario de Relaciones Parlamentarias del gobierno nacional.

Publicado por la Agencia de Noticias Telam, el viernes 14 de mayo de 2010

viernes, mayo 14, 2010

"Las lágrimas de Garzón son hoy mis lágrimas" dijo José Saramago


Para el escritor portugués José Saramago la suspensión del juez Baltasar Garzón es una de las noticias "más tristes" que ha recibido nunca. "Las lágrimas del juez Garzón son hoy mis lágrimas", ha comentado en referencia a la emotiva despedida del magistrado de la Audiencia Nacional.

Ni leyes, ni justicia

Por José Saramago

En Portugal, en la aldea medieval de Monsaraz, hay un fresco alegórico de finales del siglo XV que representa al Buen Juez y al Mal Juez, el primero con una expresión grave y digna en el rostro y sosteniendo en la mano la recta vara de la justicia, el segundo con dos caras y la vara de la justicia quebrada. Por no se sabe qué razones, estas pinturas estuvieron escondidas tras un tabique de ladrillos durante siglos y solo en 1958 pudieron ver la luz del día y ser apreciadas por los amantes del arte y de la justicia. De la justicia, digo bien, porque la lección cívica que esas antiguas figuras nos transmiten es clara e ilustrativa. Hay jueces buenos y justos a quienes se agradece que existan, hay otros que, proclamándose a sí mismos justos, de buenos tienen poco, y, finalmente, además de injustos, no son, dicho con otras palabras, a la luz de los más simples criterios éticos, buena gente. Nunca hubo una edad de oro para la justicia.

Hoy, ni oro, ni plata, vivemos en tiempos de plomo. Que lo diga el juez Baltasar Garzón que, víctima del despecho de algunos de sus pares demasiado complacientes con el fascismo que perdura tras el nombre de la Falange Española y de sus acólitos, vive bajo la amenaza de una inhabilitación de entre doce y dieciséis años que liquidaría definitivamente su carrera de magistrado. El mismo Baltasar Garzón que, no siendo deportista de elite, no siendo ciclista ni jugador de fútbol o tenista, hizo universalmente conocido y respetado el nombre de España. El mismo Baltasar Garzón que hizo nacer en la conciencia de los españoles la necesidad de una Ley de la Memoria Histórica y que, a su abrigo, pretendió investigar no sólo los crímenes del franquismo sino los de las otras partes del conflicto. El mismo corajoso y honesto Baltasar Garzón que se atrevió a procesar a Augusto Pinochet, dándole a la justicia de países como Argentina y Chile un ejemplo de dignidad que luego sería continuado. Se invoca en España la Ley de Amnistía para justificar la persecución a Baltasar Garzón, pero, según mi opinión de ciudadano común, la Ley de Amnistía fue una manera hipócrita de intentar pasar página, equiparando a las víctimas con sus verdugos, en nombre de un igualmente hipócrita perdón general. Pero la página, al contrario de lo que piensan los enemigos de Baltasar Garzón, no se dejará pasar. Faltando Baltasar Garzón, suponiendo que se llegue a ese punto, será la conciencia de la parte más sana de la sociedad española la que exigirá la revocación de la Ley de Amnistía y que prosigan las investigaciones que permitirán poner la verdad en el lugar donde estaba faltando. No con leyes que son viciosamente despreciadas y mal interpretadas, no con una justicia que es ofendida todos los días. El destino del juez Baltasar Garzón está en las manos del pueblo español, no de los malos jueces que un anónimo pintor portugués retrató en el siglo XV.

Esta entrada fue publicada el a las Febrero 13, 2010 y está archivada bajo las categorías El cuaderno de Saramago.

jueves, mayo 13, 2010

Alerta nuevo vocablo de la derecha: “empleabilidad”

Bueno para serles sincera quizás sea una palabra académica muy aceptada por los politólogos institucionalistas, o quizás por los economistas del ‘establishment’, o los demógrafos que se espantan por los horrores de la intervención del INDEC, etc. Pero en todo caso, la cuestión es que yo no conocía el vocablo. Quizás eso se deba a que soy una kirchnerista (ergo, bruta y populista y mala y fea y también, -porqué no sucia- ¡ah! y me olvidaba como blogger también pagada por Aníbal Fernández –aunque nunca me haya llegado el cheque). En todo caso, hoy en día escuché por primera vez la palabra “empleabilidad”. Fue a través de Radio Continental en el programa de Víctor Hugo Morales. Veamos:

Víctor Hugo, siempre tan amable, dice que Felipe González (para los que no se acuerdan ex primer Ministro socialista de España) salió a defender el plan de ajuste de Zapatero (actual primer Ministro socialista de España). Entonces, Felipe González usa la palabra “empleabilidad”. Dice González algo así: “lo importante es defender la “empleabilidad” de los españoles. Por eso está bien el ajuste dispuesto por Zapatero”. ¡ZAS!

Yo, como soy muy bruta, pensé: ¡cagamos! ¡Un nuevo concepto de la derecha! Y, como me gusta internet googliee la palabra y salió: “Empleabilidad: conocerse, formarse y venderse”. Entonces, insisto como yo soy una bruta, pienso que esto es una nueva forma de defender la precarización laboral. Vaya, es como decirles a los trabajadores: “muchachos, tienen que ser flexibles, saber venderse en el mercado, competir, venderse como cualquier producto, es decir, son igual que un par de zapatillas, nada de derechos laborales, hay que saber cambiar de empleos y no pretender tener esas cosas raras como derechos laborales, nada de indemnización o aguinaldo, ese tipo de cosas raras”. ¡Vivan los contratos basura! ¡Viva el neoliberalismo!

¡Bien, muy bien, sobresaliente, excelente calificación para los socialistas europeos! Vamos con el ajuste en Grecia, España y Portugal. Nada, nada de responsabilidad en este kilombo de parte de los bancos, la especulación financiera, los grandes empresarios, nada, nada, todo es responsabilidad de los vagos trabajadores (será que hay peronistas por allá -o quizás sean peor aún, se trata de kirchenristas-). En fin... total, siempre somos los laburantes los que pagamos el pato.

martes, mayo 11, 2010

Magdalena Ruiz Guiñazú y la censura

Otra vez a la carga en contra del programa 6, 7 y 8. Esta vez fue el turno de Magdalena Ruiz Guiñazú quien se quejó con el Ministro Randazzo. Dijo Magdalena: “"Hay un programa, 6,7,8, que no hace más que hablar mal de nosotros los periodistas y que además está pagado por el dinero de todos nosotros porque es la televisión pública. Además, le aviso que en ese programa he iniciado acciones penales contra la señora de Bonafini", (quien todos sabemos denunció que Magdalena había sido la jefa de prensa del ex ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz). También preguntó Magdalena: “¿Le gustaría ver su foto con un billete de un dólar pegado en la boca?"

Bueno, bueno, ¡cuánta intolerancia Magdalena! Pregunto, ¿usted quiere que salga del aire el programa 6, 7 y 8? Si es eso lo que quiere, entonces lo que propone es censurar una opinión, vaya una visión del mundo y del país, diferente de la suya. ¿Cuál es el problema con que los fondos sean públicos? El Estado tiene que garantizar que las voces de todos sean escuchadas y difundidas. En este caso, la de mucha gente, como la mía, no era expresada en ningún lado en la TV hasta que apareció el programa 6, 7 y 8.

Finalmente, si un ciudadano armó un cartel con su foto y sobre su boca estampó un dólar. ¿Cuál es el problema? ¿Porque usted puede decir lo que piensa libremente en su programa de radio y un ciudadano de a pié no se puede expresar en una manifestación callejera como quiera? ¿Cuál es la diferencia entre usted y ese ciudadano?

¿De qué hablamos cuándo hablamos de libertad de expresión, de qué hablamos cuándo hablamos de “periodismo independiente”?

Me parece Magdalena que la única libertad de expresión que usted concibe es la que usted y quienes trabajan en los medios hegemónicos puedan ejercer. La libertad de prensa que ustedes predican es la de decir cualquier cosa, bajo la justificación de que el dinero que los sostiene es privado. Pero si algún ciudadano se expresa en la calle de alguna manera que a usted no le gusta, eso está mal. Si el dinero a través del cual se expresan otros periodistas, con distintas opiniones que la suya, viene del ámbito público, eso está mal. ¡Qué barbaridad dice Magdalena indignada!

Me parece que usted Sra. Magdalena confunde libertad de expresión con libertad de empresa. Me parece que usted cree que el único reparto válido de la palabra se tiene que dar por el mercado. Es decir, el reparto de la palabra sólo se tiene que dar por el sector privado, lo cuál es este país eso implica que sólo tienen voz los autorizados por los medios hegemónicos. ¿Entonces, Sra. Magdalena la única legítima es la palabra de quien tiene el poder hegemónico de la comunicación?

Sra. Magdalena lo suyo suena a mera intolerancia. ¡Qué barbaridad! No vaya a ser que lea esta opinión y quiera censurarla. ¡Qué barbaridad!

lunes, mayo 10, 2010

Cuando el análisis político es burdo y reiterativo, un comentario sobre La Nación

Leo una y otra vez en el diario La Nación el argumento general del uso discrecional de “la caja” por parte del gobierno nacional. Hoy sale publicado un artículo que hace referencia a los fondos del ANSES y los Fondos de Garantías. La Nación, toma la opinión de las voces de la oposición –o más bien las voces de la oposición toman los argumentos de La Nación- y dice por ejemplo, en una nota firmada por Martín Dinatale, que: “Los planes de vivienda, el proyecto de computadoras para chicos y la inyección de fondos en las automotrices son algunas de la iniciativas que forman parte de la estrategia kirchnerista de movilizar a la clase media y baja. Todas éstas tienen su apoyatura en este Fondo de Garantía”. También afirma el periodista: “Es una de las estrategias electorales más ambiciosas del Gobierno: captar el voto de las clases media y media baja, que están alejadas del kirchnerismo. La metodología para cumplir este objetivo será el incentivo al consumo, que se pondrá en marcha con el lanzamiento de una serie de programas de corto alcance alentados por la Casa Rosada: habrá créditos para viviendas accesibles, computadoras gratis para chicos, decodificadores de TV digital y planes de crédito de bajo costo para la compra de automotores”.

Pues bien, analicemos un poquito los argumentos que La Nación le baja a la oposición:

1)Presenta a los derechos sociales como “gastos”.
Afirma que, por ejemplo, construir viviendas para los sectores vulnerables de la sociedad, distribuir computadoras entre estudiantes y/o fomentar el consumo entre la clase media es un gasto que proviene del “manejo discrecional de ‘la caja’”. En vez de plantear estas políticas como una política pública tendiente a verificar la igualdad entre los argentinos. Es decir, como una política social distributiva que tienen a mejorar la calidad de vida y las oportunidades de miles y miles de conciudadanos. Si el mercado no abre le abre la posibilidad a las clases más bajas de tener un hábitat digno, es un deber del estado garantizar ese derecho. Lo mismo va para las computadoras, si un estudiante no tiene acceso a las computadoras a través del mercado –herramienta clave para desenvolverse en el mercado laboral hoy en día- es un deber del Estado garantizar igualdad de oportunidades. Además, con respecto a las medidas que alientan el consumo, desconocen el impacto directo que estas políticas provocan en el mercado interno dinamizando la economía y generando empleo.

2)Todo el análisis lo derivan de las malignas intenciones de los Kirchner.
En efecto, todas estas políticas serían puestas en marcha por la “maligna intención” de los Kirchner de ganar las elecciones presidenciales de 2011. Ya hemos insistido oportunamente en este blog en que la “intención” no es una variable seria de análisis político. El registro de la “intención” de un político está, desde el vamos, perdido. Lo único que cuenta es la política concreta que se lleve adelante. Además, ¿cómo saben cuál es la intención de los Kirchner? ¿Acaso son, los periodistas de La Nación, sus psicoanalistas? ¿Acaso son sus amigos íntimos a quienes los Kirchner confiesan sus malvadas intenciones? ¿Cómo lo saben? No lo saben porque es imposible saberlo. Y, de última, supongamos que conocieran clara y directamente las intenciones de los Kirchner, ¿acaso eso cuenta? De las buenas intenciones políticas puede salir un verdadero desastre –pongamos, por ejemplo, a La Alianza en este caso; y de las malas intenciones políticas puede salir una buena política pública. Pero el punto es que un análisis político –serio- debe centrarse en la política concreta y no en absurdas suposiciones acerca de la intención del político.

3)Presentan como malo que un político, en este caso, los Kirchner pretendan ganar elecciones. Pues esta es una pavada monumental. Cualquier político que se precie de tal quiere ganar elecciones para aplicar las medidas políticas que considera adecuadas para el país.

4)Y volviendo al punto 1, suponen a la inversión social como un “manejo discrecional de la caja”, esto está mal y debe cesar. Entonces, están proponiendo que haya ajuste, vaya, que el Estado no invierta en viviendas, educación –a través de las laptops en este caso-, que no fomente el consumo, y sigue la lista… Ajuste, ese es el programa político de los medios hegemónicos y de la oposición. ¿A quién beneficia el ajuste? A los sectores más concentrados de la economía, especialmente el financiero, que entonces dispone de dinero –y mucho- para la especulación en los mercados y así hacer dinero, sobre dinero y más dinero.

domingo, mayo 09, 2010

Adherimos al llamado de la Iglesia católica: no a la corrupción

Desde este blog acompañamos nos hacemos eco del llamado de la Iglesia católica, que hiciera hoy en día a través del diario La Nación, a movilizarse en contra de la corrupción. Entonces, nos manifestaremos frente al Episcopado a protestar en contra de la pedofilia!

P.D.: Lástima que con ustedes, Iglesia católica, no se pueda ejercer el voto. Porque la palabra democracia no saben ni pronunciarla. Que curioso, tienen prestensión de universalidad (vale decir, normarnos a todos con su moral) y no quieren ser electos. Una joyita!

jueves, mayo 06, 2010

Les deseo un Kirchner

La verdad que si, la Grecia de hoy es la Argentina de 2001. Ver las imágenes de los enfrentamientos en Grecia me conmueven. Pensar que nosotros pasamos momentos muy parecidos, con la misma causa de raíz: aplicación a rajatable de políticas neoliberales. Y eso que los griegos tienen un ministro que se dice socialista, pero que es obvio que de socialista no tiene nada. (Es quizás, como Giustiniani, como Binner que se dicen socialistas pero sus posiciones políticas de socialistas no tienen nada, son meros aliados de la derecha liberal).

El parlamento griego aprobó nomás –hace un rato- medidas de ajuste que van a impactar directamente en la población. Votan medidas neoliberales, la crisis que la paguen los ciudadanos de a pie. Y si protestan los reprimimos. Van tres muertos. Ojalá, lo deseo fervientemente, que el pueblo griego no claudique, que siga peleando, que defienda sus derechos y que logre romper el corset neoliberal. Ojalá que articulen un movimiento popular que les permita hacer otra cosa, animarse no es fácil, dar ese paso parece un salto al abismo. Pero nosotros desde acá sabemos que salirse del modelo neoliberal sólo puede traer alivio, vida. Vaya, les deseo un Kirchner.

Y deseo también que nosotros –en estas pampas- no nos durmamos. Porque acá la derecha neoliberal está al acecho, con posibilidades –grandes, enormes- de volver al poder en 2011. Entonces, no olvidemos que posición política tienen los Macri, Bulrich, De Narváez, Morales, Cobos, etc. No olvidemos que su política económica es la de “recortar gastos” (claro, no dicen “ajuste” porque la palabra les avergüenza). Y recortar gastos es: menos dinero a la obra pública, a los subsidios del estado, a los planes sociales, a las jubilaciones, etc., etc. Cuidado argentinos, que si estos regresan, en unos años esas imágenes que hoy vemos en Grecia pueden volver a ser las nuestras otra vez.

martes, mayo 04, 2010

¡Un gran día peronista!


¡Hubo una maravillosa tarde de sol!

¡Néstor Kirchner fue electo como presidente del UNASUR!

¡Martínez de Hoz fue preso!

¡La Cámara de Diputados de la Nación dio media sansión a la ley de matrimonio de personas del mismo sexo!

lunes, mayo 03, 2010

Laclau y el Chivo Rossi, este viernes en Rosario

En el marco del Coloquio: “Comunicación y política en el Bicentenario: recordar el pasado, imaginar el futuro” organizado por la Universidad Nacional de Rosario, este viernes, 7 de mayo Ernesto laclau y Agustín Rossi mantendrán un diálogo. La cita es a las 19 hs. en la Facultad de Ingeniería (UNR) - Av. Pellegrini 250 - Rosario.

Aquí va todo el Programa del Coloquio:

09.30hs. Acto de Apertura a cargo de Darío Maiorana, Rector de la UNR

10.00hs. Panel: Medios, legislación y judicialización de la política
Fabián Bicciré (UNR)
Gustavo López
Norma Valentino (UNR)
Coordina: José Dalonso (UNR)

11.30hs. Panel: Body Politics: fotografía y conmoción. Las políticas de la imagen en la agenda mediática y ciudadana.
Julio Pantoja (UNT)
Elizabeth Martínez de Aguirre (UNR)
Marcelo Brdsky
Guido Indij
Coordina: Julieta Retamoso (UNR)

13.30 hs: Receso

17.00 hs. Panel: Comunicación y construcción de ciudadanía en el siglo XXI
Lucrecia Escudero (U. Lille III)
Roberto Retamoso (UNR)
Eduardo Seminara (UNR)
Silvana Carozzi (UNR)
Zulema Morresi (UNR)
Coordina: Sebastián Artola (UNR)

19.00 hs. Panel de cierre: Identidades políticas entre antagonismos y consensos
Ernesto Laclau (U. of Essex)
Agustín Rossi
Coordina: Susana Frutos (UNR)

Una pregunta sobre el concierto de Caetano Veloso


El sábado pasado Caetano Veloso cantó en un escenario armado sobre la Av. Sarmiento, en las puertas de la Feria del Libro. El evento fue organizado desde el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y auspiciado por Clarín. Hubo mucha, muchísima gente que ovacionó al brasileño. No es para menos, Caetano es un extraordinario canta autor.

Pero lo curioso es que en el Diario Clarín, nada, absolutamente nada dicen de la chiflatina general y las puteadas en contra al Gobierno de Macri. ¿No lo habrán escuchado los “periodistas independientes” del Grupo? ¡Qué raro! Porque la verdad es que fue muy fuerte. Les cuento entonces, cuando Hernán Lombardi (Ministro de Cultura porteño, ex miembro del grupo sushi y ex ministro de De la Rua) subió al escenario a otorgarles a Veloso y Tania Libertad el título de “Visitantes de honor de la Ciudad”, estalló una silbatina muy fuerte y el cántico “andate Macri la puta que te parió” resonó bastante alto. Lombardi, quién siempre está muy preocupado por salir bien en los medios, habló dos segundos en el escenario y se bajó.

¿Se imaginan si esa silbatina y puteadas hubiesen sido para Néstor o Cristina lo que habría publicado el Gran (a esta altura) Pasquín Argentino?

domingo, mayo 02, 2010

Del hecho maldito a la “mierda oficialista”, por Sebastián Artola

1) La frase de John William Cooke, “El peronismo es el hecho maldito de la política del país burgués”, es una de las definiciones más contundentes y desafiantes de los encendidos años sesenta cuyo eco resuena hasta nuestros días.

Por la trama de esta expresión, que destila aires sartreanos y gramscianos, se cuela esa operación política sobre las palabras que conocemos como inversión de significado. Es decir, Cooke en un giro habitual del lenguaje político toma y da vuelta la definición del antiperonismo que concebía al peronismo como el mal absoluto de la sociedad argentina.

Al capturar esa imagen del adversario e invertirla positivamente, constituyéndola en emblema de identificación y en condición ontológica productiva, se desvanece la función denigratoria que le atribuía el desprecio rival.

El peronismo será malo, sí, pero para el “país burgués”, porque, como definirá Cooke, representaba “el más alto nivel de conciencia a que llegó la clase trabajadora argentina”, definiendo a la antinomia peronismo-antiperonismo como “la forma concreta que asume la lucha de clases” en el país.

Este movimiento tiene varios ejemplos en la cultura política nacional. Basta con recordar el origen de los términos “descamizados” o “cabecitas negras”, lanzados por la horrorizada mirada antiperonista frente a las columnas de obreros el 17 de octubre de 1945, para ver cómo luego son resignificados por los discursos de Eva Perón, y asumidos como títulos de honor por sus destinatarios.

La palabra mal no era casualidad. Había sido utilizada desde siempre por el pensamiento político de la élite para clasificar lo popular. Desde Sarmiento en el Facundo (1845) con su sentencia “El mal que aqueja a la República Argentina es la extensión”, ubicando a la geografía como la causal de la barbarie montonera, pasando por los estudios de los “males latinoamericanos” del positivismo de fines del siglo XIX, que diagnosticaban las razones del “caudillismo” y la “política criolla” en la hibridación racial producida en esta parte del continente, a diferencia de la virtuosa pureza étnica de la pujante Norteamérica, hasta Ezequiel Martínez Estrada en su ¿Qué es esto?, de 1956, que veía en Perón y en lo que representaba “la mayoría de los males difusos y proteicos que aquejan a mi país desde antes de su nacimiento”.

La invectiva lingüística de Cooke no podía portar mayor politicidad. Si por un lado, desbarataba la descalificació n enemiga, reafirmando la condición de mal del peronismo en la política argentina al trasladarlo también al terreno de las palabras; por el otro, realizaba una inversión de significado histórica que interpelaba al pensamiento liberal todo, desde Sarmiento hasta Martínez Estrada y Borges.

Eran los años en que la batalla cultural e ideológica contra el liberalismo se ganaba por goleada y así lo muestran las prolíficas producciones de la ensayística nacional y el revisionismo histórico en clave peronista, de vasta popularidad y un potencial simbólico con repercusiones políticas inesperadas.



2) La canción de Carlos Barragán, panelista del programa televisivo “6,7,8”, no podemos dejar de asociarla a la expresión cookista del hecho maldito. “Soy la mierda oficialista” se ha constituido por estos días en la consigna de un novedoso momento cultural de la sociedad argentina, tan insospechado meses antes como impredecible respecto a su curso futuro.

La lógica de su elaboración, el sarcasmo y la estructura irónica es la misma. La complementació n entre un sustantivo y un adjetivo de condición peyorativa en boca del espacio antagónico que son asumidos orgullosamente, a través de un gesto tan burlón como incisivo.

De este modo, “la mierda oficialista” se constituyó en el slogan identitario que una considerable franja social asumió en su intervención en el debate público y en las masivas concentraciones que se realizaron en distintas ciudades del país, desafiando la feroz campaña mediático-polí tica de estigmatizació n del gobierno oficial que hizo de una letra - la “K” – el símbolo de la negatividad de la política presente.

Por otra parte, fue la marca del pasaje de una adhesión al proyecto de gobierno más bien pasiva, preocupada, silenciosa o aislada para constituirse en un colectivo de participación, creativo, alegre y pleno de convicciones.

Sin dudas, el debate del año pasado alrededor de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual dejó huellas en el sentido común social que acabaron revelándose con intensidad por estas semanas a modo de reacción ante el discurso de los medios hegemónicos que, puesta en duda tal posición en el mercado, vulgarizaron de tal modo la construcción de la información que los llevó a mostrar su rostro e intereses como nunca antes desde el retorno a la democracia.

Estos novedosos registros de la actualidad nacional ponen sobre la mesa un dato cada vez más palpable y de impredecible consecuencia en la política inmediata y mediata: el quiebre de la hegemonía del discurso mediático dominante.

La política argentina desde la claudicación alfonsinista ante las sublevaciones militares de 1987, que va a marcar la frustración de una democracia más plena en el país, había entrado en un curso de progresiva captura a manos de los grandes medios de comunicación privados. Los ’90 menemistas y la brevísima experiencia de la Alianza antimenemista pero neoliberal también, expresan el punto más alto de la mediatización de la política y su subordinación a los mandatos de las corporaciones económicas.

Si el gobierno, desde el 2003, viene haciendo visible esta cuerda decisiva para las posibilidades democráticas presentes y futuras, hoy - y por primera vez – ha logrado cobrar cuerpo en un movimiento social que encuentra su fuente en varias aguas. Desde Carta Abierta y su forjista batalla en soledad durante el conflicto con las patronales rurales y los poderes mediáticos, pasando por la Coalición por una Radiodifusión Democrática, hasta el programa “6,7,8”, constituido en la trinchera televisiva contra el discurso único mediático.

Este nuevo clima nos formula poderosas y alentadoras expectativas:

Por un lado, un nuevo activismo democratizante de sectores medios, con no menor participación juvenil, que interpela a la franja media toda en sus diversas gamas y busca resituar su ligazón con los debates públicos, en alianza con los sectores populares, ecuación social de todo proyecto político popular.

Por el otro, la emergencia de un relato que fisura el dominante, haciendo pie en el sentido común social y emparejando la hasta ahora desfavorable pulseada cultural por los discursos y las palabras, sobre la base de desnudar las invisibilizadas relaciones entre política, medios, democracia y poder económico, lo que da cuenta del reverdecer de una conciencia pública y democrática.

Por último, el desafío con chances del gobierno de reconstituir su base social ante un cambio de escenario, en el que juegan los mencionados impulsos participativos, el acierto en las propias decisiones políticas como la muestra fáctica de lo que es capaz de hacer la oposición con una cuotita de poder más, que alertó hasta a sus propios votantes.

Ahora bien, para ganar aire el favor ajeno alcanza pero para ganar una elección nacional son los aciertos propios lo que pueden crear ese escenario posible.

Iniciativas públicas que delimiten con precisión ideológica la cancha política parece ser el mejor esquema para el gobierno. Agreguemos: cada vez que salió bien fue porque contó con la condición de ser una demanda con un respaldo discursivo sólido y un grado de movilización social a su alrededor muy superior a la de aquellos sectores que se opusieron. Lo inverso llevó a la derrota.

Y algo más para finalizar: oportunidades de recomposición como la que atravesamos no se presentan dos veces. A su vez, para el año bisagra de este ciclo político - el 2011 - tampoco resta tanto. De ahí la tarea imperiosa de multiplicar esta nueva ciudadanía democrática y militante que se ha lanzado de lleno a protagonizar el debate público. Con la marca épica y utópica propia de la puja que se libra en un año donde se cumplen 200 desde nuestro primer grito de emancipación. Debemos creer en nosotros mismos, pues, como decía Scalabrini Ortiz, allí anida “la magia de la vida”. Porque si ganamos esta batalla cultural por la redistribució n de la palabra podremos decir que ahora sí estamos en condiciones de transitar otro horizonte para la democracia argentina.