Bueno para serles sincera quizás sea una palabra académica muy aceptada por los politólogos institucionalistas, o quizás por los economistas del ‘establishment’, o los demógrafos que se espantan por los horrores de la intervención del INDEC, etc. Pero en todo caso, la cuestión es que yo no conocía el vocablo. Quizás eso se deba a que soy una kirchnerista (ergo, bruta y populista y mala y fea y también, -porqué no sucia- ¡ah! y me olvidaba como blogger también pagada por Aníbal Fernández –aunque nunca me haya llegado el cheque). En todo caso, hoy en día escuché por primera vez la palabra “empleabilidad”. Fue a través de Radio Continental en el programa de Víctor Hugo Morales. Veamos:
Víctor Hugo, siempre tan amable, dice que Felipe González (para los que no se acuerdan ex primer Ministro socialista de España) salió a defender el plan de ajuste de Zapatero (actual primer Ministro socialista de España). Entonces, Felipe González usa la palabra “empleabilidad”. Dice González algo así: “lo importante es defender la “empleabilidad” de los españoles. Por eso está bien el ajuste dispuesto por Zapatero”. ¡ZAS!
Yo, como soy muy bruta, pensé: ¡cagamos! ¡Un nuevo concepto de la derecha! Y, como me gusta internet googliee la palabra y salió: “Empleabilidad: conocerse, formarse y venderse”. Entonces, insisto como yo soy una bruta, pienso que esto es una nueva forma de defender la precarización laboral. Vaya, es como decirles a los trabajadores: “muchachos, tienen que ser flexibles, saber venderse en el mercado, competir, venderse como cualquier producto, es decir, son igual que un par de zapatillas, nada de derechos laborales, hay que saber cambiar de empleos y no pretender tener esas cosas raras como derechos laborales, nada de indemnización o aguinaldo, ese tipo de cosas raras”. ¡Vivan los contratos basura! ¡Viva el neoliberalismo!
¡Bien, muy bien, sobresaliente, excelente calificación para los socialistas europeos! Vamos con el ajuste en Grecia, España y Portugal. Nada, nada de responsabilidad en este kilombo de parte de los bancos, la especulación financiera, los grandes empresarios, nada, nada, todo es responsabilidad de los vagos trabajadores (será que hay peronistas por allá -o quizás sean peor aún, se trata de kirchenristas-). En fin... total, siempre somos los laburantes los que pagamos el pato.
nos mudamos
Hace 2 años
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