Ayer, en el programa de 6,7, y 8 estuvo de invitado Alfonsín. Hizo un papel decoroso. Igualmente hay que destacar la diferencia cualitativa entre los periodistas de dicho programa y los que pertenecen a los medios concentrados: es decir, no hubo acoso ni agravios al invitado, y sí hubo preguntas que Alfonsín pudo contestar sin problemas.
Pero a lo que voy es que en determinado momento Alfonsín dijo algo así: “el problema con los Kirchner es que toman una causa loable y buscan convertirla en ley con segundas intenciones”. Es decir, Alfonsín no sólo conocería las primeras intenciones de los Kirchner, sino también sus oscuras segundas intenciones.
A esta afirmación de Alfonsín le contestamos lo siguiente: la intención no es una categoría de análisis válida para la política. ¿Por qué? Primero porque es un registro perdido. ¿Cómo se puede conocer la intención de alguien? ¿Es acaso usted señor Alfonsín en psicoanalista de los Kirchner que no sólo devela sus primeras intenciones, sino unas más ocultas, las segundas? ¿Es usted acaso el amigo más íntimo de los Kirchner a quién ellos le confiesan sus patrañas?
Segundo, supónganse que si puede usted señor Alfonsín conocer las intenciones de los Kirchner. ¿Para qué importan? No importan para nada. Porque lo que interesa en política es la decisión política concreta. De las mejores intenciones puede salir una política que resulte negativa y viceversa, de las malas intenciones puede salir una política positiva. Entonces, lo que hay que evaluar es el contenido concreto de las políticas.
Cuidado señor Alfonsín no le vaya a pasar lo que le pasó a Victoria Ocampo que “conociendo” las oscuras intenciones de Evita, se opuso al voto femenino. En efecto, Victoria Ocampo se opuso al voto femenino porque según ella escondía las segundas ominosas intenciones de Evita: capturar el voto femenino para las siguientes elecciones. Así, Victoria Ocampo se opuso a apoyar una genuina política democratizadora y además quedó grabada para siempre en la sala de los argentinos infames.
Pero a lo que voy es que en determinado momento Alfonsín dijo algo así: “el problema con los Kirchner es que toman una causa loable y buscan convertirla en ley con segundas intenciones”. Es decir, Alfonsín no sólo conocería las primeras intenciones de los Kirchner, sino también sus oscuras segundas intenciones.
A esta afirmación de Alfonsín le contestamos lo siguiente: la intención no es una categoría de análisis válida para la política. ¿Por qué? Primero porque es un registro perdido. ¿Cómo se puede conocer la intención de alguien? ¿Es acaso usted señor Alfonsín en psicoanalista de los Kirchner que no sólo devela sus primeras intenciones, sino unas más ocultas, las segundas? ¿Es usted acaso el amigo más íntimo de los Kirchner a quién ellos le confiesan sus patrañas?
Segundo, supónganse que si puede usted señor Alfonsín conocer las intenciones de los Kirchner. ¿Para qué importan? No importan para nada. Porque lo que interesa en política es la decisión política concreta. De las mejores intenciones puede salir una política que resulte negativa y viceversa, de las malas intenciones puede salir una política positiva. Entonces, lo que hay que evaluar es el contenido concreto de las políticas.
Cuidado señor Alfonsín no le vaya a pasar lo que le pasó a Victoria Ocampo que “conociendo” las oscuras intenciones de Evita, se opuso al voto femenino. En efecto, Victoria Ocampo se opuso al voto femenino porque según ella escondía las segundas ominosas intenciones de Evita: capturar el voto femenino para las siguientes elecciones. Así, Victoria Ocampo se opuso a apoyar una genuina política democratizadora y además quedó grabada para siempre en la sala de los argentinos infames.
Ojalá Alfonsín leyera este post antes de buscar modificar la ley de medios!
ResponderEliminarYo creo que no saben qué decir. Antes los radicales aunque más no sea servían como oposición, ahora ni eso
ResponderEliminarLos radicales no se destacan por sus luces, son todos unos salames.
ResponderEliminarAlfonsín estuvo muy, pero muy bien en 6 7 y 8. Habría que esperar que el resto de los políticos tengan su calidad para enfrentar una entrevista. Yo me pregunto si saldrían TAN BIEN PARADOS los siguientes personajes, y me animo a contestar: "NO"...: Lilita Carrió, Julio Cobos, Lole Reutemann, Daniel Scioli, Néstor Kirchner, Eduardo Duhalde, Chiche Duhalde, Sergio Massa, Francisco De Narváez, Mauri Macri, Ricardo Lopez Murphy, Pino Solanas, Felipe Solá, Mario Das Neves...a ver si empiezan las consultoras de imagen a medirlo a Ricardo...porque me parece que se están olvidando de algo... o de alfo...
ResponderEliminarAl comentario anterior: sí, Alfonsín estuvo tan pero tan bien, que su única capacidad de análisis es descubrir las "intenciones" de los Kirchner. Además, si la tan buena imagen de Alfonsín no sale publicada en los medios, no sé, vayan los radicales a preguntarles a sus patrones de Clarín, porqué no lo publican. Será algunatranza de Aguad?
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