Días atrás en un asado con amigos, uno de ellos se quejaba porque el kirchnerismo había reactivado a la derecha más rancia de este país. Esta afirmación provocó todo un debate. Y, desde mi perspectiva, creo que en efecto el kirchnerismo reavivó a la derecha más reaccionaria de la Argentina. ¿Por qué? Porque básicamente el kirchnerismo es el primer proceso político que, desde la caída de Perón en 1955, ha venido a cuestionar seriamente los valores culturales y el sentido común de los sustratos medios y altos y ha intentado modificar el status quo económico.
Sino es así: ¿de dónde sale todo el odio exacerbado que hay en contra de la presidenta Cristina Fernández y el ex presidente Néstor Kirchner? Pues bien veamos algunos ejemplos. El kirchnerismo cuestiona la estética blanca media-alta. ¿Cómo lo hace? Lo hace mediante los movimientos sociales -es decir, los piqueteros, gente pobre en general de tez mate, con ropa raída y cierto decir que no condice con el decir de gente como “bien”- que ocupan cargos en el gobierno nacional, gestionan dinero público, acceden a bancas legislativas y copan el espacio público con manifestaciones. Surgen entonces “cucos” como D’ Elía, Emilio Pérsico, Milagro Sala, etc.
El kirchnerismo postula una política de derechos humanos que impone volver a rever el pasado. No sólo a través del juzgamiento de genocidas. Sino también porque dicha política confronta con su pasado a muchos que quisieran olvidar o esconder su apoyo a la dictadura militar. Esta situación incluye desde periodistas, intelectuales, políticos, académicos, etc.
El kirchnerismo –tarde pero decididamente- busca democratizar el espacio de la opinión pública. Manda al Congreso de la Nación la Ley de Servicios Audiovisuales. Las empresas monopólicas de los medios de comunicación se espantan y junto con sus periodistas empleados desatan la más burda campaña opositora, olvidando cualquier ética comunicacional.
Sino es así: ¿de dónde sale todo el odio exacerbado que hay en contra de la presidenta Cristina Fernández y el ex presidente Néstor Kirchner? Pues bien veamos algunos ejemplos. El kirchnerismo cuestiona la estética blanca media-alta. ¿Cómo lo hace? Lo hace mediante los movimientos sociales -es decir, los piqueteros, gente pobre en general de tez mate, con ropa raída y cierto decir que no condice con el decir de gente como “bien”- que ocupan cargos en el gobierno nacional, gestionan dinero público, acceden a bancas legislativas y copan el espacio público con manifestaciones. Surgen entonces “cucos” como D’ Elía, Emilio Pérsico, Milagro Sala, etc.
El kirchnerismo postula una política de derechos humanos que impone volver a rever el pasado. No sólo a través del juzgamiento de genocidas. Sino también porque dicha política confronta con su pasado a muchos que quisieran olvidar o esconder su apoyo a la dictadura militar. Esta situación incluye desde periodistas, intelectuales, políticos, académicos, etc.
El kirchnerismo –tarde pero decididamente- busca democratizar el espacio de la opinión pública. Manda al Congreso de la Nación la Ley de Servicios Audiovisuales. Las empresas monopólicas de los medios de comunicación se espantan y junto con sus periodistas empleados desatan la más burda campaña opositora, olvidando cualquier ética comunicacional.
Los intereses financieros concentrados trinan por las AFJP, al momento en que el kirchnerismo vuelve el sistema jubilatorio privatizado a uno sistema de reparto. Las patronales agroindustriales desatan un feroz lockout cuando se les quiere imponer mayor retenciones a sus exorbitantes ganancias.
Las clases medias ya recuperadas del colapso del 2001 quieren volver al nivel del consumo que el ficticio 1 a 1 les permitía tener, sin reparar en el nefasto modelo que esta paridad implicó. Los investigadores del Conicet se olvidan de que en la década del noventa los mandaban a lavar los platos y mientras ganan muy bien y tienen financiamiento para sus investigaciones y becarios, se quejan por el “déficit” de la calidad institucional. El macho medio argentino se ofende porque una mujer es presidenta y encima es más inteligente que él, etc. La lista es interminable…
En fin, si en efecto, el kirchnerismo reactivó a la derecha más reaccionaria de la Argentina. ¡También con tantas medidas tomadas, no podía ser para menos!
Muy bueno!
ResponderEliminarUna critica: no se, tal vez entendí mal, pero pareceria que estas reivindicando a D'elia. Hubo una epoca, hace muchos años, en que yo lo tenia como un represetante válido de las aspiraciones populares. Esa epoca llegó a su fin, y tuvo fecha y hora: recordas la TRAICION del "compañero" D'elia del 26 de junio? Yo si, lo recuerdo dando vueltas por todos los espacios mediaticos posibles, cuando aun estaban tibios los cadaveres de los compañeros Kosteky y Santillan, legitimando el discurso duhalista del "se mataron entre ellos", donde el mismisimo lider de la FTV hablaba de grupos piqueteros violentos y que ellos (por él mismo, claro) no eran asi, eran distintos, eran democráticos... TRAIDOR! desde ese dia, D'elia se convirtió, a mis ojos, en un puntero y operador politico mas del PJ, listo para venderse al primero que le ponga la guita sobre la mesa.
ResponderEliminarComo me enseñaron las viejas de la plaza, las Locas: No olvido, no perdono esa traición.
Facundo (estudiante de Sociologia, UBA)