El colmo del cinismo lo escuchamos hoy de parte del Cardenal Bergoglio. El prelado sale a decir hoy en Luján: “Madre queremos una patria para todos… Queremos una patria en la que nadie sea despreciado, en la que no crezca el odio entre nosotros y en la que el rencor, ese yuyo amargo que mata, no eche raíces en nuestros corazones. Queremos una patria renovada en la fraternidad”.
A mí sinceramente me indigna escuchar decir esto a quién hace muy poco escuchamos clamar por la “guerra de Dios”. Bergoglio dice esto, descaradamente sin ponerse colorado después de haber llamado a la discriminación y el desprecio hacia la los homosexuales.
Me indigna escuchar esto de quién juega fuerte en política, aunque pretenda hacerlo de manera soterrada. Bergoglio el gran operador político de la oposición, quién defiende abiertamente un modelo socio-económico de exclusión, habla de una patria para todos. Este Bergoglio quién en la Universidad del Salvador reúne al ex ministro menemista Dromi (el que privatizó todo), a De Narváez, a Chiche Duhalde, a Garbriela Michetti, a Macri, etc. y promueve una agenda neoliberal. ¿De qué está hablando Bergoglio? Usted es quién más ha promovido odio y violencia en este país. Usted con el modelo socio-económico que apoya sólo promueve la exclusión. Esto es cinísmo. Esto sí que es ser un sin vergüenza.
P.D: Y me olvidaba de la perlita de cuando le mandó a Kirchner un cura para que le de la extremaunción, toda una expresión de deseo.
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