Leo hoy en día en el periódico conservador La Nación una nota en donde se vuelve a la carga en contra de Milagro Sala. Allí, un tal Marcelo Veneranda autor de la nota, cae en todos los lugares habituales del sentido común más vulgar de la derecha. Básicamente los argumentos que esgrime son los de la preocupación institucional porque la Tupac Amaru sería más poderosa que el Municipio de San Salvador de Jujuy e inclusive hasta casi más poderosa que la propia Gobernación de la Provincia. La Tupac Amaru sería algo así como un “estado paralelo”. Claro, todo esto se debe a que desde el Gobierno Nacional le gira dinero a esta gente. ¡Milagro Sala y la Tupac Amaru hasta se toman el atrevimiento de hacer un el barrio una réplica del Templo de Tiwanaku! ¡Pero cómo se atreven los pobres a construir un monumento y encima pagano!
En definitiva, para La Nación y para la derecha en general, el problema más que los pobres son los “pobres organizados”. ¡Sí, los pobres organizados molestan y mucho! Porque reclaman derechos, porque ya no son fáciles de domesticar, ya no son fáciles de explotar! Ya no son mano de obra barata.
Y ahí está la discriminación de La Nación, porque ese diario –ni la derecha en general- se preocupa por los “ricos organizados”, eso está bien. Sin embargo, cualquiera que esté más o menos atento a la historia y a la coyuntura de nuestro país sabe que la amenaza a las instituciones, al Estado, a la democracia viene de “los ricos organizados” y no de “los pobres organizados”. De muestra bastan dos ejemplos: la Mesa de Enlace y el Multimedio Clarín –que tiene copada la UIA-.
Entonces, ¡señores de La Nación, está bien que sean de derecha y que expresen esa posición, pero por favor, expresen alguna idea más o menos inteligente!
nos mudamos
Hace 2 años
Yo te diría: ladran Sancho... pero el problema es que ese está siendo el discurso hegemónico del periodismo argentino, salvo honrosas excepciones. Y la señora en la verdulería repite esa cantinela, por qué? porque la lee y la escucha toooodo el día
ResponderEliminarquerido companero/a por eso mas que nunca nuestra militancia es en todo lugar y en todo momento, la politica por suerte inunda las verdulerias, asalta las calles e invade la vereda, hay que debatir y defender nuestras ideas...
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