Hoy por la mañana me informo a través del periódico La Jornada de la ciudad de México y del Página 12 de Buenos Aires, y también de Clarín (sí, pero ya veremos cómo), que el presidente de México, Felipe Calderón, decretó el domingo –ayer– el cierre de la compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC), que suministra energía al 40 por ciento de la población mexicana –incluida la capital del país–, y con ello la desaparición del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
La media es presentada por nuestro querido diario “independiente” Clarín así: “Un sindicato clientelista y privilegiado, una pulseada con el gobierno y 46.000 trabajadores a la calle. El gobierno de Felipe Calderón decidió cortar por lo sano con uno de los grandes agujeros de su economía y anunció por decreto la disolución de la compañía Luz y Fuerza del centro (LyFC). Empeñado en recortar el gasto público, de esta forma y de un plumazo, el gobierno conservador se deshizo por el mismo precio de un problema económico y sindical que amagaba con provocarle nuevos dolores de cabeza.” (Clarín, 12/10/09). Mientras que Página 12 y La Jornada la presentan de esta forma: “Calderón ahora embate contra uno de los bastiones del sindicalismo independiente mexicano que, de entrada, inició movilizaciones y amagó con un paro nacional de protesta” (Página 12, 12/10/09). Líneas más tarde denuncian un plan privatizador por parte de Calderón.
Lo curioso de esta noticia es que “los periodistas independientes de Clarín”, desde su pretendida “objetividad”, no esconden su posición política al despreciar al sindicato (“privilegiado y clientelista”) y al mencionar que se trata de una medida sanadora (“cortar por lo sano”) que viene a subsanar un problema deficitario (la empresa representa uno de “los grandes agujeros de la economía”). Evidentemente, este es el archi-conocido discurso neoliberal el cual, a pesar de la crisis económica que desataron a nivel mundial, sigue vivito y coleando en muchas partes del mundo. Recuerden básicamente la fórmula neoliberal: trabajadores holgazanes –gracias a la protección excesiva que brindan los derechos laborales–, lo cual además provoca un exceso de demandas de estos mismos trabajadores holgazanes, esto baja la eficiencia de la empresa, que se vuelve deficitaria; ergo, la solución es privatizar –que el Estado no se ocupe de lo que “naturalmente le corresponde al mercado” y recortar los derechos laborales –eliminemos los sindicatos- que tornan ineficaces a las empresas. (Por supuesto que esto corre para todas las empresas por igual, no importa que sean prestadoras de servicios públicos).
Pero lo que además resulta muy curioso es que Calderón (para quienes no lo recuerden, proviene de la derecha católica conservadora, quien llegó a la presidencia a través de una elección fraudulenta) tomó esta media en la madrugada del domingo, mientras los mexicanos festejaban su clasificación al mundial de fútbol. Las cadenas oligopólicas de medios audiovisuales (TV Azteca y Televisa) nada mencionaron del tema, mientras un millar de policías federales tomaban por la fuerza todas las instalaciones, plantas y subestaciones de compañía Luz y Fuerza. Tampoco cubrieron las primeras marchas de protesta. Silencio estampa... ¡Cuántas voces acalladas! Prensa independiente y libre como la del Grupo Clarín.
P.D.: Por cierto, ¿ya vieron al diputado radical Aguad decir que el próximo parlamento buscará derogar la ley de Medios de Comunicación Audiovisual recién aprobada en la Argentina? Los radicales quedarán grabados en la lista de los infames de este país.
La media es presentada por nuestro querido diario “independiente” Clarín así: “Un sindicato clientelista y privilegiado, una pulseada con el gobierno y 46.000 trabajadores a la calle. El gobierno de Felipe Calderón decidió cortar por lo sano con uno de los grandes agujeros de su economía y anunció por decreto la disolución de la compañía Luz y Fuerza del centro (LyFC). Empeñado en recortar el gasto público, de esta forma y de un plumazo, el gobierno conservador se deshizo por el mismo precio de un problema económico y sindical que amagaba con provocarle nuevos dolores de cabeza.” (Clarín, 12/10/09). Mientras que Página 12 y La Jornada la presentan de esta forma: “Calderón ahora embate contra uno de los bastiones del sindicalismo independiente mexicano que, de entrada, inició movilizaciones y amagó con un paro nacional de protesta” (Página 12, 12/10/09). Líneas más tarde denuncian un plan privatizador por parte de Calderón.
Lo curioso de esta noticia es que “los periodistas independientes de Clarín”, desde su pretendida “objetividad”, no esconden su posición política al despreciar al sindicato (“privilegiado y clientelista”) y al mencionar que se trata de una medida sanadora (“cortar por lo sano”) que viene a subsanar un problema deficitario (la empresa representa uno de “los grandes agujeros de la economía”). Evidentemente, este es el archi-conocido discurso neoliberal el cual, a pesar de la crisis económica que desataron a nivel mundial, sigue vivito y coleando en muchas partes del mundo. Recuerden básicamente la fórmula neoliberal: trabajadores holgazanes –gracias a la protección excesiva que brindan los derechos laborales–, lo cual además provoca un exceso de demandas de estos mismos trabajadores holgazanes, esto baja la eficiencia de la empresa, que se vuelve deficitaria; ergo, la solución es privatizar –que el Estado no se ocupe de lo que “naturalmente le corresponde al mercado” y recortar los derechos laborales –eliminemos los sindicatos- que tornan ineficaces a las empresas. (Por supuesto que esto corre para todas las empresas por igual, no importa que sean prestadoras de servicios públicos).
Pero lo que además resulta muy curioso es que Calderón (para quienes no lo recuerden, proviene de la derecha católica conservadora, quien llegó a la presidencia a través de una elección fraudulenta) tomó esta media en la madrugada del domingo, mientras los mexicanos festejaban su clasificación al mundial de fútbol. Las cadenas oligopólicas de medios audiovisuales (TV Azteca y Televisa) nada mencionaron del tema, mientras un millar de policías federales tomaban por la fuerza todas las instalaciones, plantas y subestaciones de compañía Luz y Fuerza. Tampoco cubrieron las primeras marchas de protesta. Silencio estampa... ¡Cuántas voces acalladas! Prensa independiente y libre como la del Grupo Clarín.
P.D.: Por cierto, ¿ya vieron al diputado radical Aguad decir que el próximo parlamento buscará derogar la ley de Medios de Comunicación Audiovisual recién aprobada en la Argentina? Los radicales quedarán grabados en la lista de los infames de este país.
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