Acabo de leer en el diario Crítica que el sindicato de los camioneros tendrá su hotel en el centro de Punta del Este. Desde el periódico no sólo son irónicos con el título, sino que también se burlan de que ahora para que “las emblemáticas gorras y pecheras verdes, pisen la misma arena que Alan Faena o ‘Gaby’ Álvarez, símbolos de la oposición ‘clasista’ al peronismo que encarna el camionero. Para eso, en 2010 deberá luchar por una paritaria que ponga los salarios de los suyos al alcance de los inflados precios que se manejan en Punta”.
Pregunto, ¿qué tiene de malo que un sindicato ponga un hotel en Punta del Este? Nada. Nada de malo. Puede, o bien ser un buen negocio para el gremio, o bien, puede ser utilizado por sus afiliados. Pero parece ser que una cosa y la otra molestan a Crítica. Parece ser que para los de Crítica sólo los empresarios están habilitados para administrar bien. Si quien lo hace es un sindicalista, por descontado huelen a “gato encerrado”. Pero lo peor de todo, es que muestran su prejuicio clasista y racista. ¿Qué va a hacer ‘un pechera verde’ en Punta del Este? ¡Qué horror! Lo que puede llegar a hacer ‘un pechera verde’ en Punta del Este es perturbar la estética de la clase alta. Puede llegar a molestar a la vista de señoras con ideología como la de Legrand, puede lastimar oídos de las ‘caceroleras’ de Barrio Norte que anden asoleándose en aquellas playas con su forma de hablar, etc. etc. En definitiva, puede molestar, invadir un espacio que no le es propio porque es de otra clase, ‘la clase pudiente o la clase de gente de bien’. Y como es el lugar de la clase pudiente, ¡cómo puede ser que un camionero pretenda acceder allí! Entonces, la broma de Crítica sobre las paritarias.
Esto me hace pensar en mis días de estudiante universitaria, cuando leía sobre el espanto que le provocaba a la clase alta la llegada de la clase baja a Mar del Plata. ¡qué horror cómo se le ocurre a un pobre que puede tener derecho a bañarse en el mismo mar y pisar la misma arena que un rico! Así, Mar del Plata pasó de ser un lugar exclusivo a un lugar popular. La clase alta entonces se tuvo que mudar. ¡No se vaya a juntar con la chusma! Y también me hace acordar a los disparates que hace poco tiempo dijeron de Milagro Sala. Por ejemplo, se escucharon voces infames quejándose porque Sala había construido “piletas de natación” en los barrios que levanta. La misma lógica: ¡cómo se le ocurre a un pobre administrar bien su dinero tanto como para poder acceder a una pileta de natación!
En fin, el diario Crítica otra vez reproduciendo los lugares de comunes prejuicios de la derecha. El diario Crítica un diario de mierda…
nos mudamos
Hace 2 años
querida guera, la misma escena se repite una y otra vez en nuestra historia, sin poder enterrar los muertos del pasado, revivimos experiencias, sin aprehender nada de ellas...tu relato me llevó a la imagen simbólica de los cabecitas negras o descamisados, inundando las calles de la capital y metiendo las 'patas' en la fuente de plaza de mayo, ante la mirada atónita de los burqueses, y universitarios que se sentian invadidos por estas masas, que osaban ocupar y transitar espacios hasta entonces exclusivos de estas clases social que hoy nuevemente manifiestan su estupor ante la sola idea de la presencia de camioneros en las selectas playas uruguayas...
ResponderEliminarsaludos, desde un sur cada vez mas caluroso.
Coincido, el racismo y clasismo hacia el peronismo continúan vigentes. No va a ser fácil cambiar esto. Saludos.
ResponderEliminar