Andrés Manuel López Obrador, alias el peje o pejelargarto, es un político mexicano populista de izquierda a quién le birlaron las elecciones presidenciales pasadas a través de un fraude electoral escandaloso. Gracias a ese fraude, llegó a la presidencia el actual mandatario, Felipe Calderón, un católico neoliberal.
López Obrador convocó -este fin de semana- a un mitín político multitudinario en el zócalo de la ciudad de México y manifestó su intención de volver a ser candidato a presidente. Más allá de que tendrá que ver qué hace con el PRD, su partido originario que después del fraude le dio la espalda; López Obrador sabe que sus grandes enemigos son los medios de comunicación hiper concentrados de México. Así es, en las elecciones pasadas que le fueron robadas le hicieron una campaña en su contra inaudita, llegaban a presentarlo como a un monstruo que iba a robar la propiedad de los mexicanos.
López Obrador convocó -este fin de semana- a un mitín político multitudinario en el zócalo de la ciudad de México y manifestó su intención de volver a ser candidato a presidente. Más allá de que tendrá que ver qué hace con el PRD, su partido originario que después del fraude le dio la espalda; López Obrador sabe que sus grandes enemigos son los medios de comunicación hiper concentrados de México. Así es, en las elecciones pasadas que le fueron robadas le hicieron una campaña en su contra inaudita, llegaban a presentarlo como a un monstruo que iba a robar la propiedad de los mexicanos.
Pues bien, en el último encuentro político, López Obrador, afirmó que es necesario democratizar los medios de comunicación. En efecto, este es el gran desafío que están viviendo nuestras democracias representativas en Latinoamérica y me atrevería que a decir que en EE.UU. y Europa también. ¿Cómo podemos tener democracia cuándo el espacio público que ofrecen los medios está capturado por un par de empresarios? ¿A dónde está la famosa libertad de expresión? ¿En dónde queda el pluralismo? ¿Cómo podemos construir alternativas progresistas si un par de empresarios dominan los medios y defienden el status quo a cualquier precio? Hoy que parece ser que los golpes de estado han quedado atrás (esto igualmente habría que verlo con cuidado dado el caso hondureño) el establishment se expresa y se afirma a través del control de la palabra.
La democratización de los medios es el desafío democrático del siglo XXI. Aquí en nuestro país estamos unos pasos adelante, muy bueno, muy bueno lo suyo presidenta Cristina.
La democratización de los medios es el desafío democrático del siglo XXI. Aquí en nuestro país estamos unos pasos adelante, muy bueno, muy bueno lo suyo presidenta Cristina.
En España, Zapatero se la está viendo negras con el Grupo Prisa. Ese mismo que convirtió a un diario prestigioso con cierto tiente progresista como era El País, en un pasquín que defiende intereses concentrados. Por algo Zapatero tuvo que sacar su propio diario de circulación gratuita!
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