lunes, diciembre 13, 2010

hay necesidad de aclararlo?!

Hoy leyendo los matutinos me encuentro con esta Nota que les traigo a colación. Y al leerla pensaba, hasta los seguidores de Clarín se dan cuenta que "todas las vidas son dignas" y más allá de la ironía que despertó en mí, automaticamente me invadió la angustia de pensar, quizás para algunos esto no sea tan claro, automático, y obvio.
Quizás sea por eso que una Antropologa tiene que venir a "iluminar" a la sociedad con estas declaraciones tan obvias, quizas sea necesario que un matutino como este, que llega a sectores un tanto conservadores y hostiles a la inmigración latina, dedique un espacio a publicar argumentos que cualquiera entendería que están de más, porque no hay duda que "Todas las vidas y todas las víctimas son dignas" tal como se titula el artículo de opinión.

Así que les dejo estos parrafos que dan cuenta como estamos como sociedad.

Saludos compañeros y siempre que cerraba algún comentario, solía reivindicar el lugar donde habia decidido estar y hoy, luego de haber transitado todos estos años del proyecto nacional y popular kirchnerista, entiendo claramente que no hay otro lugar donde estar!!!



OpiniónResulta imprescindible problematizar la (¿insalvable?) distancia social desde la cual son pensadas las prácticas de estos vecinos relegados del Sur de la ciudad.

Reducidos a la condición de okupas, delincuentes, narcotraficantes o inmigrantes ilegales, se obtura toda posibilidad de pensarlos como nuestros co-ciudadanos.

Todos supimos pronto la nacionalidad de los dos primeros muertos en los conflictos del Parque Indoamericano: una boliviana y un paraguayo. ¿Cambiaría algo si las víctimas hubiesen sido argentinas? ¿Las víctimas se volverían, por eso, más “dignas de ser lloradas”? ¿El duelo sería más hondo? Resulta más sencillo pensar a estos vecinos del Sur casi como extraterrestres cuyos conflictos nos son ajenos. El atajo es concebirlos como un “otro” radical como si estuviesen modelando, por elección, un rostro bestial. Pero al animalizar a esos “otros” que observamos por televisión –es decir, al negarles una humanidad plena como la nuestra– en verdad nos estamos animalizando a nosotros mismos.

Que se alienten lecturas xenófobas tiene consecuencias nefastas sobre la convivencia urbana, ya que al poner en duda la condición de humanidad de las personas involucradas en este conflicto se habilita –directa o indirectamente– el uso de la violencia sobre ellos. Y se omite aquí un hecho fundamental: los habitantes de estas villas y complejos habitacionales contribuyen activamente al pulso diario de Buenos Aires con sus trabajos, por lo general sin aportes y mal remunerados. Sabemos también que se han sobredimensionado los datos sobre los migrantes de países limítrofes, a quienes se responsabiliza de nuestros males.

¿A qué modelo de ciudad queremos acercarnos? ¿Cómo luchar para que no haya vidas –ciudadanías– de primera y de segunda? Las vidas de todos los ciudadanos no solo merecen ser reconocidas como vidas, sino que también merecen ser vividas con la misma dignidad.

PorMaría Carman. ANTROPOLOGA (UBA / CONICET) (Universidad De Buenos Aires, CONICET)

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