Menemismo recargado de color amarillo

El triunfo de Macri y en la primera vuelta electoral de la ciudad de Buenos Aires y su casi segurísima reelección en el ballotage, sumado a la performance de Del Sel en Santa Fe, no pueden más que dejarme muy preocupada. Me preocupa que comience a expandirse como alternativa real al modelo nacional y popular un “menemismo recargado de color amarillo”.

Estoy harta de escuchar que el macrismo “no tiene proyecto político”. Lo han repetido ciento de veces los compañeros de 6, 7, 8. Yo digo: no seamos ingenuos. Sí hay allí un proyecto muy claro y es el neoliberal y tiene un formato muy parecido al neoliberalismo menemista: la farandulización de la política. Más el agregado (que no tenía en menemismo) que niegan que están haciendo política. Insisto, no seamos ingenuos, porque aunque los macristas empezando por el propio Macri y siguiendo por Del Sel se muestren ajenos a la política, aunque digan que no son políticos, están haciendo política y muy enserio.

Fijensé sino la apuesta, el juego que hicieron, lanzaron a un personaje de la farándula para instalar al PRO en Santa Fe. Me imagino el siguiente diálogo, Macri: “Miguel hacéme la gamba. Vos que sos caradura postúlate a gobernador, así me ayudás a instalar al PRO. Total ni en pedo que ganamos”. Y allí fue su amigo y casi gana. El PRO tuvo la mejor elección que pudo desear: casi gana, pero no ganó y se hizo fuerte en un nuevo distrito. Porque si hubiesen ganado estarían en este momento en un grave problema: frente a la situación de gobernar una provincia que ni conocen. El PRO que es el partido político de “los astutos” como Durán Barba, como Lombardi, como Rodríguez Larreta o Ritondo. Astutos que de tan astutos se vuelven infames.

Y ahora me imagino que se deben de estar riendo de todos nosotros. Se deben estar riendo del voto popular y de quienes creemos en la política como un arma para verificar la igualdad. Pero ánimo compañeros, no perdamos la alegría y a seguir militando por nuestra causa.